La clave de un buen vino es el campo. La cepa y la tierra. La tierra es capaz de determinar que vino tendremos. De darnos unos matices únicos y que no podremos conseguir ni con un excelente ciclo biológico y/u oxidativo. Contamos con tierras 100% albariza ya sean en nuestros pagos más de interior como Macharnudo y Añina (Jerez) o más cercanos al Guadalquivir como el Hornillo o la Callejuela (Sanlúcar).
Meses de duro trabajo de abonado, castra, injertos o vendimia buscando la satisfacción de nuestro cliente al consumir nuestros vinos.
Estamos seguros de que la calidad y diferenciación del producto final está en la cepa, en la limpieza de la viña, en la preparación de la vendimia…
Te invitamos a conocer nuestro trabajo.
Personas de campo, de peoná y rato, llanas y con un gran conocimiento de la vid y todas sus labores. Contar con viña, lagar propio y bodega, habitualmente pequeña, eran los requisitos para ser Mayeto y encontrarse en el escalón más alto de la desaparecida clase media.
Una forma de trabajo intacta desde hace décadas. Innovación presente centrada en la recuperación de métodos útiles. Buscando la esencia del Marco, de nuestros mostos, de nuestra Manzanilla… La sabiduría de los Amontillados, las peculiaridades de los Palos Cortaos… Manzanilla de añada. Bota fundacional.